Hace unas semanas en este blog os hablábamos de la importancia del uso de vídeo en la comunicación corporativa (enlace entrada anterior) de las empresas u organizaciones y de cómo realizar un vídeo corporativo de calidad podría tener un impacto muy beneficioso en la comunicación corporativa y en sus estrategias de marketing digital.
Como profesionales de la producción audiovisual y la comunicación muchas veces nos encontramos con empresas u organizaciones que por fin se deciden a dar el paso e incorporar el vídeo en su comunicación corporativa para atraer leads y también para mejorar su reputación. No obstante, y sobre todo en aquellas que no cuentan con un responsable específico en el área de comunicación, más de una vez nos hemos encontrado ante la temida frase “queremos un vídeo, pero no sabemos exactamente qué tipo de video queremos”. Esto suele ocurrir cuando se acude a profesionales de la comunicación audiovisual sin tener mucha idea de cuál es nuestro objetivo y nuestros motivos para hacer un encargo de estas características, ya sea porque no se ha trabajado este objetivo o bien porque ha surgido una necesidad imprevista.
Por tanto, para poder guiaros en el primer paso del proceso de obtención de un vídeo corporativo, en este post vamos a ofrecer una serie de pautas para dirigirse a los profesionales audiovisuales con las ideas claras sobre lo que se necesita de ellos. Esto repercutirá tanto en el control del producto final por parte de la empresa, como en la calidad de este, ya que la hoja de ruta a seguir estará clara desde el primer momento.

¿Para qué necesitamos un vídeo corporativo?
En primer lugar, la empresa u organización tiene que plantearse algo que, a priori, parece muy lógico pero que en muchas ocasiones se pierde de vista con demasiada facilidad. Nos referimos a la finalidad u objetivo del vídeo de empresa, es decir, cual es la razón por la que necesitamos un vídeo. En este caso pueden existir numerosas finalidades como, por ejemplo, dar a conocer la marca, promocionar un producto, promocionar un evento, como herramienta de comunicación interna, como herramienta de formación de los trabajadores, celebración del aniversario de la organización, etc. Esa finalidad dará información al director de proyectos de la productora audiovisual y es un buen punto de partida para empezar a darle forma al vídeo. Esta información, por ejemplo, clarificará al público al cual nos dirigimos y qué tipo de mensaje se les quiere transmitir.

¿Dónde se va a ver nuestro vídeo?
A continuación, es muy importante tener claro a través de qué canal o canales se va a distribuir el vídeo profesional que vamos a realizar con la productora audiovisual. Cada canal tiene sus códigos, su lenguaje audiovisual específico y su duración y difícilmente un mismo vídeo puede servir para todos ellos. Por ejemplo, un producto audiovisual para la comunicación en redes sociales de una empresa difícilmente tendrá la misma efectividad comunicativa que un vídeo realizado para ser proyectado en una feria ya que tanto el público al que nos dirigimos, como la narrativa utilizada suelen ser muy diferentes entre sí. Eso no significa que una campaña de vídeo tenga que pensarse únicamente para un canal, puesto que de una idea troncal se pueden diversificar diferentes productos independientes para cada uno de los canales.

Traslada tus ideas a los creativos y profesionales
Una vez la organización tiene clara la finalidad del vídeo y el canal o canales en los cuales se va a distribuir, es importante trasladar las ideas o líneas comunicativas y creativas a los profesionales que van a llevar a cabo el proyecto. No tiene por qué ser una idea muy definida o concreta, simplemente una idea general. Por ejemplo, una ONG quiere concienciar sobre algún tema a la población, pero lo quiere hacer desde una perspectiva creativa que contemple la ficción y la animación 2D. A partir de ahí ya se podrá ahondar más en los detalles, pero conocer esta idea inicial ayudará mucho a los creativos audiovisuales a acotar en qué límites pueden moverse a la hora de plantear ideas a las empresas que trabajen con ellos.

Conocer el presupuesto disponible es importante
Finalmente, es importante trasladar a los profesionales audiovisuales de qué presupuesto se dispone para la realización del vídeo. Con una idea aproximada de la cantidad que se va a destinar, los realizadores se podrán hacer más fácilmente una idea de qué tipo de producción puede llevarse a cabo. En este sentido, las empresas u organizaciones tienen que ser conscientes de que sobre la base de los diferentes presupuestos con los que se trabaje en cada proyecto, el resultado final y las ideas que se pueden llevar a cabo serán totalmente diferentes. Es decir, es recomendable no pecar de ambicioso si el presupuesto que se va a dedicar a un proyecto audiovisual para una empresa u organización es escaso, ya que se corre el riesgo de quedar decepcionado con el resultado final. Ser conscientes de la variable inversión-expectativas permitirá que se pueda trabajar de manera eficiente y efectiva, consiguiendo trasladar el mensaje al público objetivo de una manera clara y asegurando un buen grado de satisfacción con el producto final para, en un futuro, poder afrontar proyectos más ambiciosos.
Empieza a diferenciarte de tu competencia ya mismo, no te lo pienses, envíanos cualquier consulta, idea o duda que tengas y estaremos encantados de hablar contigo.